La transición del capitalismo productivo al capitalismo financiero ha generado profundas implicancias en la salud mental y las relaciones laborales. Pablo Ruiz Vásquez, experto en psicología del trabajo y comportamiento organizacional, analiza los desafíos y paradojas actuales en el entorno laboral y destaca la importancia de humanizar el trabajo. Este y otros temas serán debatidos en el VII Congreso Chileno de Psicología del Trabajo y las Organizaciones.
Por Pablo Ruiz Vásquez, psicólogo del trabajo y las organizaciones UAH, magíster en gestión estratégica de personas y comportamiento organizacional PUC, secretario general de la Sociedad Chilena de Psicología del Trabajo y las Organizaciones (Schipto), consultor de la Dirección Nacional del Servicio Civil.
La transición del capitalismo productivo al capitalismo financiero ha tenido profundas implicancias sociales y culturales, donde la lógica de maximización de beneficios ha permeado todos los aspectos de la vida social y organizacional, con sus respectivas consecuencias psicológicas asociadas a la salud mental de las personas. Este cambio ha generado paradojas y contradicciones, afectando las relaciones laborales, el bienestar emocional de las y los trabajadores y la calidad de vida en general de las familias, consecuencias que están en una permanente tensión.
En la actualidad, se habla acerca de la manera en que el capitalismo financiero ha exacerbado la alienación y la desigualdad social al desvincular el valor económico de la producción real y el trabajo humano. Esto ha llevado a una crisis de significado y propósito en el trabajo, donde las personas son valoradas más por su capacidad de generar ganancias financieras que por su contribución real a la sociedad, lo que genera una crisis de relatos e identidades con las que co-existen las organizaciones también desde un punto de vista cultural, pues las personas no pueden estar ajenas a ese lenguaje tan propio de las organizaciones de hoy.
Por otro lado, observamos cómo la capacidad humana para contar historias y la calidad de las narrativas se han visto afectadas por la modernidad y la tecnología, pues la era digital y la narración tradicional, que solían ser un proceso profundo y colectivo, han sido reemplazadas por una comunicación superficial y fragmentada (Byung-Chul Han, 2023)
Lo anterior implica grandes desafíos para profesionales que se encuentran en la psicología del trabajo y las organizaciones, pues supone crear desde su ámbito de acción, condiciones que permiten modelar de mejor manera los elementos que condicionan el actual mundo del trabajo. En ello y en conexión con el lenguaje de las organizaciones actuales, donde la inmediatez es una condición por defecto, se vive una creciente pobreza de contacto, la que nos enferma (Byung-Chul Han, 2023), cuando dicho contacto no existe se nos vuelve en rasgos depresivos, solitarios y aflora el miedo, lo que surge como una paradoja en un contexto de hiperconectividad, donde el estar interconectados no va de la mano con que existan lazos profundos con otros.
El dolor con el que las personas coexisten, incluyendo sus espacios de trabajo, surge como un “dique de contención” que al comienzo ofrece resistencia a la corriente de la narración, pero este dique revienta cuando la corriente de la narración aumenta su caudal y es lo bastante fuerte, la corriente arrastra cuanto encuentra a su paso, llevándolo al mar de la feliz liberación (Han, 2023), esto de la mano con cómo concibe Freud el dolor, como un síntoma derivado de un bloqueo en la historia de una persona, apareciendo trastornos psíquicos que denotan una narración bloqueada, una historia propia de la que no puedo hablar, un episodio de mi vida que quiero olvidar, una persona de la que evito traer al presente a través de una narración.
En estos dilemas del presente, es que las y los profesionales de la Psicología del Trabajo y las Organizaciones enfrentan importantes desafíos en el entorno laboral actual, buscando crear las condiciones para así promover el bienestar integral de los individuos y las organizaciones. En estas ideas podemos encontrar algunas explicaciones a la profunda repercusión que tiene la salud mental en las sociedades actuales, por ello nuestro rol desde la disciplina es tan relevante, pues supone un punto de conexión entre la dimensión individual y sus propias tensiones, y el de las organizaciones y el trabajo, tan importantes para promover el crecimiento y el desarrollo.
En esta tensión, es que al parecer el lenguaje tan propio del “maná”(gement) no cae del cielo como algo que llena de sentido las identidades laborales de las personas por defecto, sino más bien es algo que debe ser procesado y dotado de sentido para que así llegue a ser un lenguaje con alma, que conecte los propósitos de las personas con aquello a lo que dedican su tiempo en los espacios laborales, lo que se traduce sin duda en buscar humanizar el mundo del trabajo.
De esto y muchos otros ámbitos de preocupación para el mundo del trabajo actual, es que estaremos debatiendo en el VII Congreso Chileno de Psicología del Trabajo y las Organizaciones “Actualizaciones para un trabajo más Humano”, organizado por la Sociedad Chilena de Psicología del Trabajo y las Organizaciones (Schipto) y la Universidad Alberto Hurtado, entre el 23 y 25 de octubre de 2024, les invitamos a todas y todos a conocer más acerca de este evento en el siguiente link, les esperamos.
Fuente: https://rhmanagement.cl/management-al-servicio-de-las-identidades-laborales/